martes, 12 de julio de 2011

LA NIÑA DE LAS ESTRELLAS.

Soñé una siesta que volaba.
Todo comenzó, cuando empecé a sentir en mi espalda un hormigueo,justo entre los omóplatos.
Después,poco a poco,notaba que mi piel estiraba y estiraba,hasta convertirse ,en un bulto del tamaño de una naranja.Empezó a desgarrarse la carne y pude notar como la sangre bajaba lentamente por mi columna.
No penseis que dolía.Era sumo placer,el que sentía,el éxtasis más profundo.
Al momento,de esa herida,empezaron a salir.
Lo hicieron lentamente,con una suavidad eterna,con una dulzura digna de los dioses.
Salieron dos alas.Eran de una blancura cegadora.Reflejaban una Luz brillante,resplandeciente.Cuando miraba hacia atrás,entornaba mis ojos,para que la Luz no me los dañara.
De repente , aquella dulzura del principio,se convirtió en un batir vigoroso,exhultante de energía.
Por un momento,miré hacia el suelo,porque sentí como mis pies dejaron de percibir las frías baldosas.
Poco a poco fui elevandome,suavemente sin prisa.Me elevaba y a la vez un suave balanceo, me hacía sentir, como si fuera un junco mecido por el viento.
Comencé a sentirme un poco mareada,confundida por una situación ,que yo no controlaba.
Pero todo cambió cuando ellas me hablaron.
- Tranquila,respira.Sientenos,no temas.Disfruta sin miedo.
Aquella voz,con esa melodía se llevó de un soplo toda mi angustia,convirtiendola en una sensación de paz y alegría.
Entonces me dejé llevar y comencé a elevarme más y más.A medida que lo hacía,mi bienestar era más profundo,más intenso,más bello.
Atravesé el forjado del techo del salón,aparecí en mi habitación.El batir de las alas,hizo que volaran las cortinas y toda la estancia se llenó de la luz del Sol.
Seguí elevandome ,hasta salir por el tejado de casa.Por cierto..tengo que pintar la caperuza de la chimenea...Bueno,en la próxima siesta ,subo con un bote de pintura.
Subí,subí y subí.La visión de los montes,las casas,los arroyos,los árboles..desde arriba,unido a la sensación de libertad,produjeron en mi un momento de euforia,tan grande ,que hice todo a la vez: grité,lloré ,reí,canté...
Volé al lado de un águila.Ella no se asustó al verme.Era como si ya conociera esa situación.Nos miramos a los ojos.Eran de un amarillo intenso,de una profundidad ancestral.Nuestras alas se rozaron a modo de saludo.
Seguí elevandome,atravesando nubes como de algodón,que no me dejaban ver más allá de mis narices.
Al salir de las nubes,crucé mi vuelo con el de un avión.Uno de esos enormes,con cientos de pasajeros.Por una de las ventanillas,asomó la cara de un niño.Pensé que se asustaría al verme,pero no,tan solo me sonrió y me enseñó la piruleta que chupaba.
Continué ascendiendo,sin tener en mi cuerpo ninguna sensación desagradable.
Estaba tan alto,que ya podía ver el planeta completo.Fué una imagen tan espectacular,que por un momento,me faltó hasta el aire.No podía respirar por la emoción.
Me sobresaltó el silencio.Un silencio roto por una vibración,que sentía no solo en mis oidos,si no con todo mi cuerpo.Supe reconocerla,era la vibración del OM,el sonido del Universo,la voz de la Diosa.
Había una oscuridad absoluta,que me permitía ver miles de estrellas,constelaciones enteras se revelaban ante mis ojos.
Pero yo solo me fijé en algo.En algo que me atraía poderosamente,con una energía hechizante y un bello susurro.Mi Luna.
Sin dilación fuí hacia ella.Era como si me hubiera hipnotizado y su influjo no me dejaba ir en otra dirección.
- ¡Ven ,niña!-me dijo mi Luna-Acomódate en mi regazo.
De repente menguó mi Luna y me hizo una cuna,eso me permitió tumbarme en ella.Me acoplé en su superficie,haciendome una con ella.
Ella empezó a mecerme con la delicadeza,que solo una madre sabe hacer.Comenzó a cantarme.Su voz dulce y sensual,fué calmando mi alma,haciendo que toda herida y cualquier dolor desaparecieran por completo.Los ojos me pesaban y empecé a sentir un suave sopor,por el que poco a poco ,me dejé llevar.
Soñé una siesta...que volaba.




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