viernes, 23 de mayo de 2014

GERMINANDO.

Si buscamos la ecuación perfecta ,no aparecerá.
Porque lo único que debemos buscar,es un el encuentro en la mas fría de las cavernas.

En esa oscuridad maternal, es donde germinará nuestra ilusión .
La semilla del alhelí dormita en el vientre de la tierra.Cubierto de negra turba.

Solo las lágrimas que le regalan las nubes,harán que se desperece y decida empezar a vivir.
Su pequeños brotes empujan con ahínco cada grano de tierra,cada raíz que se cruza,cada piedra que se encara.

Cada milímetro que crece,cada centímetro que asciende, es por una lágrima caída.Pero no de cualquier lugar...caen del cielo.

Nacer conlleva esfuerzo y gotas de agua.

Y al romper el último tramo cree que no lo conseguirá.Cree que el ritmo es lento,cree que se equivocó en sus cálculos ,cree que se secaron sus recursos....

Pero en creer está la respuesta y como cree decide creer en mas lágrimas y al sentirlas resbalar por la brizna que aún es, se infunde confianza y decide crecer un nuevo tramo.

Y ahí llega a su meta.A romper el último trozo de turba.
Y cuando eso sucede ,lo primero que le ofrecen las nubes son gotas de agua para que enjuague su esfuerzo y el cielo le regala una nueva oportunidad de ver el arcoiris.