Nadie supo como pudo llegar a perderse,pues la tenía tan planificada ,estudiada y meditada...No daban
crédito a tal desatino...¿desatino o destino ?.
La bruxiña (que sin nombre era todos los nombres) tenía un sueño.
Ella lo soñó siempre y después de siempre ,lo volvió a soñar.Pero como confiaba en los designios de la
GRANDE, no se fijó en el ogro que consiguió adueñarse del mismo sueño.Y no solo del sueño, si no
también del corazón de la bruxiña..Ella era capaz de eso.Era capaz de entregarle el corazón al ogro a
cambio ,tan solo,de una mirada
El,con su don de lenguas y carismática mirada, fue colándose en la fila onírica de la bruxiña..
Compartieron pasos, nubes, lunas, briznas de hierba,granos de arena, piedras,piedras.....Muchas ,muchas
piedras del mismo camino.
Y esas piedras no estaban ahí sin más.El ogro solía ponerlas,a veces sin querer...¿ a veces sin querer ?.
El ogro soñaba un sueño, que no era su sueño y al soñar lo que no debes,lo conviertes en zozobra.
Pero para la bruxiña era su sueño y lo quería querer ,queriéndolo como ella solo sabe querer.
Y al amar lo soñado,no se daba cuenta de que quería una zozobra ........¿ amaba, quería,odiaba ?
Y se perdió.Si,se perdió.Se perdió en noches de lamentos, en noches sin Lunas ni estrellas.Se perdió
entre patrañas carismáticas y ojos verdes....Verdes,como suelen ser los ogros.Verdes como la
albahaca,verdes con brillo de faca.
Se hizo la valiente,por dimes y diretes, y despertó al ogro de un grito....Le echó de su sueño.Pero ella se
perdió y no sabe por donde se anda.Hay días que ve salidas y sueños nuevos.Hay noches que se busca
entre almohadas de plumas negras.
Cuenta la leyenda que hay una profecía que dice : Cuando la bruxiña vuelva a mirar a las estrellas como
cuando sabía mirarlas.Volverá a encontrar su quimera y al bruxiño que la espera.
