Y es que ,mira que es fácil dejar ese camino de estrellas de colores y sustituirlo por rincones oscuros.
Es que no sabes ,muchas veces, donde dejaste los mapas del tesoro y la brújula.Y lo curioso , es que cuando regresas al país de brillantina,te das cuenta de que siempre llevabas encima , las instrucciones para no perderte.
Y tu solita o solito ,según el caso, te defiendes del enemigo de la duda.Vas poniendote capas de " anti-todo",camuflandote de miradas,rezagandote en movimentos y aislandote del dolor padecindolo sin miramiento alguno.
No sabes como,pero de repente te vistes con una armadura y crees por encima de todo,que ni el herrero más fornido podrá romperla....Porque día a día,te auto-convences de que está hecha del más duro de los metales..Un metal que nadie conoce,que nadie es capaz de fundir.Y ahí te ubicas y te quedas tan relajada,que ni tu misma te lo crees...Eso si,la duda te corroe y los anhelos aún te pueden,pero como estás en tu cascarón,crees que nadie te vencerá.
Pero mira tú, que así sin más y sin esperarlo ,claro está...Llega el viento del Norte y te sopla en la cara...y ¡¡¡ ZAS!!! a tomar viento tus herrajes,tus correas y tus argollas ( es lo que tiene dejar que te soplen )....Y sin enterarte entras de nuevo en la purpurina de la vida ,del arcoiris y del Mago de Oz. Te calzas tus zapatos rojos,caminas de nuevo el sendero amarillo y analizas el momento, porque huele a mar y a verde hierba , porque las gaviotas revolotean en tu estómago y te roban cachitos de suspiros.
Total que observas lo que hay bajo tus pies y te fijas que son trozos de tu armadura ,esa que te guardaba de los espectros organizadores de funerales y te das cuenta ,que no era metal lo que te envolvía, si no una preciosa armadura de nácar ,que un soplo de viento supo romper ,para que vuelvas a ver purpurina de colores y vivirla sin más esperanza ,que la de VIVIR.
