miércoles, 16 de septiembre de 2015

LOS MISTERIOS.

Los susurros de Mabón golpean en mi ventana.
Hay gente que se emociona pensando en chimeneas encendidas y tazas de té humeantes.
Les agrada pensar en alfombras en el suelo y edredones plumíferos en sus camas.
A otros les encanta hablar de hojas caídas y vientos del oeste.

El susurro viene haciéndose grito y es tan ensordecedor que no se donde ubicarme.
El otoño me recuerda a Demeter y su desgarrador llanto por su amada hija.
Te arrebata la vida y la alegría .

Saber que Perséfone se irá ,una vez más, me trastoca la mente.
Comprendo los ciclos y ya no me alteran como antaño.
Pero eso no me alimenta.Siento a Demeter y su llanto.

Y es que ese llanto se convertirá en ira helada,que encoje la piel .
Quiero a mi niña cerca, quiero siempre tenerla.
Y aún sabiendo que es un momento, se hace eterno .

Y esta niña ,insensata, comió comida de muertos .
Granos de granada que impiden su regreso eterno.

Más Los Misterios todo lo aclaran:

" Bendito es aquel ,que habiendo visto los ritos,

toma el camino bajo la tierra.

Conoce el final de la vida,

así como su divino comienzo."

El ciclo termina para tener un comienzo.

Porque nada permanece y todo es eterno.

No llores Demeter que tu niña está en algún lugar viviendo.









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